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- tarima laminada, tarima flotante, suelos de madera
Como ya hablamos en el anterior artículo de las diferencias entre la tarima flotante y la tarima laminada, hoy vamos a detallar como realizar la limpieza de cada una de ellas.
Por regla general, es suficiente con limpiar en seco los suelos de madera empleando una fregona, una escoba de cerdas finas o una aspiradora.
Si lo que queremos es realizar una perfecta limpieza en seco, les recomendamos utilizar un aspirado con ruedas para tarima laminada, ya que de lo contrario podría rayarlo. Dependiendo el grado de suciedad y uso, para limpiar una tarima laminada de madera en húmedo, lo más aconsejable, es utilizar un limpiador formulado con un PH neutro y a ser posible indicado para suelos de madera, junto con una fregona de tiras de lana. No es necesario limpiar el suelo con demasiada agua, para lo cual pasaremos la fregona bien escurrida evitando que se acumule agua en la superficie.
En el caso de la tarima flotante, no hace falta realizar un pulido final de la superficie, pero se puede realizar, en caso necesario, con un paño, con lo que se conseguirá realzar el brillo de la tarima.
Así mismo, para conservar su tarima flotante en perfecto estado, es recomendable colocar protectores de fieltro bajo las patas de sillas y mesas, y en los elementos móviles que se apoyen el suelo, así como emplear felpudos en las zonas de entrada (conseguiremos que el polvo de la calle que entra en nuestros zapatos no entre en nuestra vivienda).
Para conservar el valor del suelo y también para su bienestar personal, el clima óptimo en la casa debe presentar una humedad relativa del aire entre el 50-60 % aproximadamente, y una temperatura ambiente de aprox. 20°C. Con frecuencia, esta humedad relativa no se alcanza durante la época de calefacción, por lo que recomendamos el empleo de un humidificador eléctrico, así evitaremos la sequedad de los suelos de madera.
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