Suelos de vinilo. Parte 1

    Los suelos vinílicos están compuestos principalmente de PVC. Su apariencia y montaje son muy similares a los antiguos suelos de linóleo, pero sus propiedades están mejoradas. Son más resistentes, duraderos, fáciles de limpiar y de instalar. Aunque para conseguir una instalación perfecta las superficies revestidas deben estar perfectamente lisas, regulares y sin defectos.

    En Carpinteria Kapitel disponemos de una infinidad de diseños y acabados en vinilo que seguro se adaptaran a sus necesidades y gustos, desde los clásicos modelos monocromáticos hasta los estampados más originales e imitaciones a madera y mármol.

    La resistencia y el sencillo mantenimiento de los suelos de vinilo les hacen apropiados para estancias que soportan mucho tránsito y deben limpiarse con asiduidad. Son muy frecuentes en escuelas, hospitales y guarderías, aunque también encuentra hueco en el ámbito doméstico.

    Por sus propiedades impermeables y su dificultad para pudrirse, son revestimientos indicados para estancias que están en contacto permanente con el agua y la humedad como los baños, aseos o cocinas.

    También son ideales para las habitaciones infantiles y cuartos de juegos, por su fácil mantenimiento y su resistencia al desgaste.

    Para identificar la calidad del suelo de vinilo no solo hay que fijarse en la apariencia se debe conocer la clasificación UPEC del revestimiento, que indica la resistencia al uso. La certificación, que se detalla en una etiqueta en el dorso, tiene una combinación de letras y números del 0 al 4. Cuanto mayor es el valor, más resistente es el revestimiento.

    Para garantizar que el suelo tenga cierta durabilidad, hay que fijarse también en los elementos que lo conforman, debe incluir una capa de desgaste y una bajo capa, cuyo grosor no debe ser inferior a 1 mm ni superior a 4,5 mm.

     Los suelos de vinilo se clasifican en dos grandes categorías: continuos o rollo y en losetas, lo veremos en el siguiente artículo.