Hay que diferenciar entre lo que es un frente de armario o armario tradicional y un armario modular.

    Los frentes de armario es el conjunto de hojas puestas sobre el hueco del armario, pero sin ningún tipo de compartimento ni forro interior. A diferencia de los armarios modulares, el usuario debe revestir sus superficies y preparar el interior. Son recomendables para interiores con acabados irregulares o para dejar libertad al usuario de terminar o personalizar la distribución interior.

    En cuanto a los armarios modulares con el conjunto formado por un cuerpo interior de armario y una parte de carpintería que son el frente y sus accesorios. El conjunto se instala directamente en los huecos disponibles fijándose de diferentes formas. El armario modular es un mueble que se incorpora a la obra y al que se le añade una carpintería de cierre. El interior de los módulos puede tener más o menos equipamiento con elementos como barras de colgar, baldas, cajoneras, etc.

    Lo que si hay que tener en cuenta para cualquiera de los dos tipos de armarios son los frentes que suelen ir a juego con las puertas del hogar o con la decoración de la habitación donde se vaya a instalar. Dependiendo del accionamiento de la hoja, los armarios pueden ser de corredera, abatible o plegable y dependiendo del tipo de hoja, éstas pueden ser de puerta plana, puerta plafonada y de lamas, tipo mallorquina.

Dependiendo de su disposición con respecto al suelo, pueden ser:

  • Sobreelevado o con rodapié. Es cuando el armario descansa sobre una peana levantada sobre el suelo aproximadamente unos 70 mm, aunque en algunos casos puede llegar a los 200 mm, permitiendo que el rodapié no quede interrumpido.
  • De suelo a techo es cuando el armario descansa directamente sobre el suelo y por lo tanto se interrumpe el rodapié.

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